Aunque existen diversas teorías que tratan de explicar la estructura y propiedades de los metales, vamos a centrarnos en la más sencilla e intuitiva de ellas: la teoría de la nube o gas de electrones.

 

Según esta teoría la estructura cristalina de un metal estaría constituida por cationes. Los electrones que los átomos han perdido para convertirse en dichos cationes  quedan con libertad de movimiento, constituyendo la nube o mar de electrones. Es la atracción entre los cationes y la nube de electrones lo que constituye el enlace metálico.

 

La fortaleza de este enlace es muy variable, aumentando con la carga de los cationes (es decir, con el número de electrones que han perdido) y disminuyendo con el tamaño de los mismos.

 

Según esto, el enlace metálico en los metales alcalinos (especialmente los de períodos inferiores) será bastante débil, pudiéndose vencer las fuerzas de atracción entre los cationes y los electrones a temperaturas relativamente bajas.